El liderazgo es parte de la dirección, pero no toda. A un
gerente se le quiere para que planee, organice, ejecute, controle, coordine,
pero lo más que se le pide o espera del líder, es que haga que otros lo sigan.
El liderazgo es la habilidad para persuadir a otros, a que busquen con entusiasmo
objetivos definidos.
Es el factor humano, el que hace que un grupo se conjunte y
motive hacia los objetivos. Las funciones directivas tales como: planeación,
organización, ejecución, control, coordinación, innovación, son partes
estáticas hasta que el líder libera el poder de motivación en la gente y la
guía hacia los planes y objetivos establecidos.
Este significado, destaca la naturaleza del liderazgo, la
que contempla tres enfoques principales de estudio, y los cuales se muestran en
el cuadro 10.
La dirección autoritaria
Esta es la visión tradicional del líder o director, que
concentra toda la autoridad en un único centro de decisiones, ya sea una
persona o bien un grupo de gobierno autocrático (en este segundo caso, las
personas que lo forman, suelen estar al servicio de un líder, el cual actúa
cómo un verdadero dictador). Las órdenes se dan y se espera que sean obedecidas
sin más preguntas. Todas las decisiones se toman unilateralmente y nada se
discute con los subordinados, ni con los ejecutivos de alto nivel.
La dirección paternal
Es frecuente, incluso en la actualidad y fundamentalmente
en las pequeñas empresas, la práctica de la dirección paternal, mediante la
cual se pretende crear una atmósfera familiar, en la que el director quiere ser
visto como la figura del pater familis. Aunque se puedan usar las sanciones con
los empleados que no cooperan, tienden a evitarse, y el director guía a los
trabajadores con enseñanzas y consejos. En una organización apropiada, este
estilo funciona muy bien y la motivación de los empleados es buena.
La dirección indiferente
Los dos anteriores tipos, tienden a hacer irresponsables a
los trabajadores. El superior indiferente, en cambio, es un individuo que no
tiene responsabilidad alguna, ni la suya ni la de sus subordinados. Es un jefe
que no quiere serlo, en cada ocasión que puede, escurre el paquete y lanza la
responsabilidad al primero que se le acerque. La dirección democrática no debe
ser una excusa, para que los directores abdiquen de sus responsabilidades.
La dirección democrática
Es el estilo más cercano a la dirección paternal, que puede
llegar a tener una gran organización. Los directores comparten la toma de
decisiones con sus subordinados, siempre que sean posibles, sin perder por
ellos la autoridad y la responsabilidad última Muchas decisiones se toman
después de cambios de impresiones, formales o informales, y cuando esto no es
posible, los directores se toman el trabajo de explicar las razones de una
decisión, a aquellos que hubiesen sido consultados en condiciones normales.
Comunicación
La comunicación es un aspecto clave en el proceso de
dirección.
La comunicación puede ser definida como el proceso a través
del cual se transmite y recibe información en un grupo social.
De tal manera vista, la comunicación en una empresa
comprende múltiples interacciones que abarcan desde las conversaciones
telefónicas informales hasta los sistemas de información más complicados. Su
importancia es tal, que algunos autores sostienen que es casi imposible
determinar todos los canales que transmiten y reciben información en una
organización.
El ejecutivo, para poner en marcha sus planes, necesita
sistemas de comunicación eficaces; cualquier información desvirtuada origina
confusiones y errores, que disminuyen el rendimiento del grupo y que van en
detrimento del logro de los objetivos.
La comunicación consta de tres elementos básicos:
• Emisor, en donde se origina la información.
• Transmisor, a través del cual fluye la comunicación.
• Receptor, que recibe y debe entender la información
Cualquier mínima falla en esta red de comunicación implica
la desvirtuación de la información. Con el fin de facilitar el entendimiento de
la comunicación, se mencionará su clasificación más sencilla:
1. Formal. Aquella que se origina en la estructura formal
de la organización y fluye a través de los canales organizacionales. Ejemplo:
correspondencia, instructivos, manuales, órdenes, etc.
2. Informal. Surge de los grupos informales de la
organización y no sigue los canales formales, aunque se puede referir a la
organización. Ejemplo: chismes, comentarios, opiniones, etc.
Este tipo de comunicación es de gran importancia, ya que
por su carácter no formal puede llegar a influir más que la comunicación formal
e, inclusive, ir en contra de ésta; el administrador debe tratar de lograr que
los canales de comunicación formal se apoyen en las redes informales. Estos dos
tipos de comunicación a su vez pueden ser:
A. Vertical. Cuando fluye de un nivel administrativo
superior, a uno inferior, o viceversa: quejas, reportes, sugestiones, órdenes,
instrucciones.
B. Horizontal. Se da en niveles jerárquicos semejantes:
memoranda, circulares, juntas, etc.
C. Verbal. Se transmite oralmente.
D. Escrita. Mediante material escrito o gráfico
Una buena comunicación implica la existencia de los
siguientes requisitos:
1. Claridad, La comunicación debe ser clara; para ello, el
lenguaje en que se exprese y la manera de transmitirla, deben ser accesibles
para quien va dirigida.
2. Integridad. La comunicación debe servir como lazo
integrador entre los miembros de la empresa, para lograr el mantenimiento de la
cooperación necesaria para la realización de los objetivos.
3. Aprovechamiento de la organización informal. La
comunicación es más efectiva cuando la administración utiliza la organización
informal para suplir canales de información de la organización formal.
4. Equilibrio. Todo plan de acción administrativo debe
acompañarse del plan de comunicación para quienes resulten afectados.
5. Moderación. La comunicación debe ser la estrictamente
necesaria y lo más concisa posible, ya que el exceso de información puede
ocasionar burocracia e ineficiencia.
6. Difusión. Preferentemente, toda la comunicación formal
de la empresa debe efectuarse por escrito y pasar sólo a través de los canales
estrictamente necesarios, evitando papeleo excesivo.
7. Evaluación. Los sistemas y canales de comunicación deben
revisarse y perfeccionarse periódicamente.
Puedes observar un video relacionado con el tema en el siguiente enlace:
Fuentes de consulta
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